Desde hace dos años he dedicado gran parte de mi esfuerzo y tiempo a la ardua tarea de cumplir con los requisitos burrocráticos que toda institución pública y académica me requieren. Además de volverme una neurótica, perder la fe y algo de pelo y recomendar un poquito de All-bran a todos los funcionarios que amablemente desayunan tres veces al día desarrollando así nuestra creatividad haciendo colas, he tenido tiempo para redescubrir un maravilloso mundo, EL EUFEMISMO.
Si bien es cierto que las apariencias y el decoro son tan decimonónicos como mi pseudónimo virtual, lo cierto es que lo único que nos faltaba era la llegada y afianzamiento del llamado “lenguaje políticamente correcto”, eufemismo que inaugura la serie y que puede definirse como: ‘te voy a joder igual y encima no te darás cuenta’. Gracias a este “nuevo” tipo de lenguaje uno puedo decir casi de todo haciendo creer al mundo que es un ser humano excepcional y educadísimo, ¿no os parece maravilloso? No existe mayor poder que dominar la lengua, pero aquellos que aún estén a tiempo, no elijan la filología, da muchas cosas, pero no de comer. Eso sí, tengan en cuenta, que quien domine el eufemismo, dominará el mundo y si no que se lo digan a los políticos.
Otro campo inmensamente rico en eufemismos es el mundo académico. Del “fracaso escolar” pasamos al “éxito diferencial”, a pesar de que el alumno siga teniendo un cero; de las “broncas” a los “consejos” y “sugerencias”; de los “castigos” a las “enseñanzas inversas”… El alumno ya no tiene “deberes”, tiene “trabajo autónomo”; no son malos son “hiperactivos”; ya no se “insultan” y “pelean”, se hacen “bulling”; ya no hay “gordos” hay “obesos” y ya no hay “cuatro-ojos”, tienen “problemas de visión”. El profesor ya no “evalúa”, “sopesa”, no hay clases de “gimnasia” y “dibujo”, hay “educación física” y “visual y plástica”, ya no “aprueban” o “suspenden”, “progresan o no adecuadamente”. Así que cuando nuestros niños llegan a casa con caras largas y hablando de éxito diferencial, podemos deducir que no progresan adecuadamente, seguramente porque debido a su sobrepeso es víctima de bulling y es el centro de todas las miradas en educación física. Lo que antes era que el niño no ha saltado el potro en gimnasia porque está gordo y los compañeros se han reído de él y encima lo han cateado. Antes era la superación de los obstáculos, ahora es la ocultación de pruebas.
A pesar de todo esto, debo reconocer que a los lingüistas friquis como yo, estos eufemismos nos permiten echarnos unas risas. Aquí os dejo una lista de algunos de mis favoritos (he eludido los campos más jocosos para despertar la imaginación creativa del lector):
• Centro psiquiátrico -> Manicomio, loquero
• Crecimiento negativo -> Decrecimiento, Crisis, Pobreza
• Daños colaterales -> Víctimas civiles
• Reducción de plantilla / Regulación de empleo -> Despido masivo
• Ejecutivo de Ventas -> Vendedor de Puerta en Puerta
• Empleada Domestica, Asesora doméstica, Trabajadora de casa particular/ del hogar -> Nana, Criada, Chacha, Sirvienta
• Establecimiento penitenciario , unidad de internamiento -> Cárcel
• Étnico/a // Éxotico-> Cualquier cosa que no sea nacional.
• Interrupción del embarazo -> Aborto
• Intervención militar -> Guerra
• Material para adultos -> Pornografía
• Métodos de persuasión -> Tortura
• Movimiento táctico hacia la retaguardia -> Retirada / Derrota
• Pronunciamiento militar -> Golpe de Estado
• Tránsito Intestinal -> Cagar
• Cese temporal de la convivencia -> Divorcio // separación // cuernos
• Agresión verbal -> Insulto
• Muerte voluntaria -> Suicidio
• Discapacidad psíquica -> Locura
• Autoestimularse -> Drogarse
• Alteraciones perceptivas -> Alucinaciones
• Excepcionalidad -> Anormalidad
• Relaciones impropias -> Adulterio // cuernos
• Desaconsejar -> Prohibir
• Relevo -> Cese
A pesar de todo esto, a mí me sigue pareciendo mucho más creativo lo que hacía Galdós, ya son conocedores de mi pasión por su obra. A fin de cuentas, por muy novedoso que nos parezca llamar a alguien “feo” mediante cosas del tipo “belleza distraída”, “reto a lo desconocido” o “te faltan las gomillas para completar la careta” (más cruel si cabe que el término que intentamos maquillar), nadie podrá superar a mi amado don Benito, maestro de la ironía más refinada, eufemismo, por otro lado, de mala leche y gran sentido del humor. Para muestra un botón.
Disfrútenlo y recuerden: el mundo puede ser maravilloso, de ello sólo depende qué palabras utilicen para representarlo.
“Ya que hemos nombrado a la hermana del capellán [Marcelina Polo, hermana de Pedro Polo], conviene decir que esta señora, de más edad que don Pedro, era lo que en toda la amplitud de la palabra se llama una mujer fea. Su cara se salía ya de los términos de la estética, y era verdaderamente una cara ilícita, esto es, que quedaba debajo del fuero del Poder Judicial. Debía, por consiguiente, recaer sobre ella la prohibición de mostrarse en público.”